miércoles, 7 de mayo de 2014

Baile de ilusiones

Cuando ya sabes que querer no es suficiente, cuando la partida terminó y sigues sentada delante de un tablero lleno de fichas que no hacen más que certificar el final, necesitas una llamada de atención que te haga apartar la vista de lo que ya no tiene sentido.
Y te levantas, y te vas. Y hay momentos en los que aún repasas jugadas, puede que hasta lamentando tal o cual movimiento pensando que si no lo hubieras hecho de esa manera quizás el juego habría terminado diferente, o quién sabe si durado más... pero la realidad es que ya no estás ahí y que poco a poco los movimientos de uno y otro lado se vuelven confusos. Y también difusos.

Y de pronto ha pasado un mes y esta es otra historia, de la que te gustaría no saber los tiempos, de la que preferirías no saber nada. Porque no es realista pero sí una puerta, una ventana, una mirilla o una cerradura a la realidad. Y te hacía falta, aunque te asuste.

Y ahí estás, pensando en esquimales.

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