Sonríe, que todo pasa.
Llora todo lo que tengas que llorar, purga con lágrimas lo que te encoge el alma, y termina.
Elige una fecha para dejar de sufrir, pon un día para perdonarte.
Siéntate contigo misma y sé tan dura y tan estricta como serías con una amiga que te ha fallado, pero sé también tan buena y comprensiva como serías con ella, perdonando sus errores, llegando hasta a entenderlos. Ponte en su lugar, que es el tuyo.
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