martes, 2 de diciembre de 2014

La Noria

Llevo aquí diez días y ayer vi el London Eye por primera vez. Por primera vez en estos días y por primera vez en mi vida, y mola (sin más).
En estos días he aprendido que los coches no se conducen solos sino que el conductor va al otro lado, que usar paraguas es de cobardes y cruzar la calle de valientes... y que en el cielo de Londres siempre tiene aviones, mires cuando mires. Aviones.
He tenido más entrevistas en la última semana que en los últimos dos años y, aunque de muchas ni me han llamado ni me llamarán, he salido de todas contenta y con buena sensación. "To be polite" es un life motive que me gustaría adoptar para mí y para todo mi país. Ojalá.
Hoy es el primer día que no salgo de casa y tengo remordimiento de conciencia... siento que estoy perdiendome parte de la vida de esta ciudad, aún tan nueva para mí, a la vez que me obligo a no tenerlos con la excusa de que esa sensación no es más que una manera de no asumir que aquí estoy y, por ahora, aquí me quedo.
Aquí os espero.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Perdón por los bailes

Por las idas y venidas, los vaivenes innecesarios, el mareo confuso.
Marcho. No es para no volver, pero es.
Cuando vuelva, quien vuelva, no será quien se va.
De ahí la necesidad.

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Gracias

viernes, 19 de septiembre de 2014

Nostalgias

Verte tan capaz como fuera. Tan repleto de ganas y tan distante que al final en vez de abrirte y desparramar todo lo que tienes ganas, apagas la luz y  cierras alguna puerta.
Sigo ardiendo, ardiendo en llamas, lejos aún de las cenizas. Sigo leyendo verdades dramáticas, sigo viviendo alegrías reales. Recuerdo cuando todo era al revés y la vida era un drama. El problema de esto último es ahora la nostalgia.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Piensa en frío

En frío tan frío que queme, que te confunda, que te haga dudar tanto que ya no puedas dudar más. Que duela.
Cuántas vueltas di para llegar al mismo sitio. Tantas que dejé de contar. Tantas que aprendí a girar con los ojos cerrados. Tantas que perdí la voz, la cabeza, el tiempo y el sentido.
Es todo tan distinto y parece tan igual que tomar una vez tras otra la misma decisión es ya una rutina que carece de emotividad. Que no duele, que se asume, que se espera.
He pensado mucho. En frío y en caliente, desde la más profunda tristeza y también desde la felicidad plena, y la conclusión siempre es la misma.

Lo que ayer terminó se cierra hoy aquí.

Y.

martes, 16 de septiembre de 2014

Palabras más

Acabo de leer esto:

"Eres de quien te acuerdas cuando tienes miedo"

y he buscado y he leído otras verdades. Aún peores.

Ahora ya lo sabes, lo sabemos, porque sólo te llevo de ventaja el tiempo que tardes en leer lo que ahora mismo escribo.
A pesar de hablar sin fin, de hablarte (cuando me lees y cuando no), hay un todo escondido en el silencio que cada vez es más grande. Con suerte es sólo aire, con suerte es un globo de los que vuelan hasta el infinito y más allá y tienen la elegancia de explotar cuando tú ya no los ves, permitiendo así imaginar que lo que se nos escapó está visitando la luna, y puede que vuelva.

O no.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Toque de queda

A estas alturas ya sabrás que todo son canciones, siempre lo fueron.
Sabrás también que me gusta más recordar momentos que personas, que prefiero un olor a una imagen, excepto si hablamos del mar.
Sabrás, sabes, que a veces te hablo a ti, pero que muchas otras no. Y sé que si lo intentas puedes distinguirlas.
Hay treguas que empiezan con pulcras banderas blancas, treguas de paz, en paz. Hay treguas que empiezan sin bandera, a golpe de teclado y como una obligación impuesta entre dos bandos. Y luego está la nuestra, impuesta por nosotros supuestamente entre nosotros y que no es más que un autobloqueo disfrazado de paz mundial. La obligación al autocontrol, La norma.

Todavía soy tu amigo, pero te deseo el bien.

jueves, 7 de agosto de 2014

Imagínanos

Remover sin más intención que la de dar vueltas a lo mismo. Sobre ti mismo. Como la inercia con la que se remueve un café con azúcar ya disuelto. O solo.
No avanzamos si nos quedamos distraídos en los pasos que damos hacia atrás para coger impulso. La ola constante que vino después del pez sigue en el mismo sitio de siempre, esperando entre lunáticos en las curvas de esta carretera.
Todo.
Imagínanos***

sábado, 26 de julio de 2014

viernes, 25 de julio de 2014

Terriblemente cruel

A veces esperas respuestas que son milagros. A veces esperas milagros. A veces no esperas nada. La manera que has elegido de permanecer sin estar es tan válida como débil. Es un arma de doble filo, es una hoguera de la que quedan las brasas.
Todo está bien hasta que deja de estarlo, y todo está mal hasta que te decides. Importan los tiempos, importan las palabras, importan los silencios, importan las esperas. Todo suma y todo resta en un juego en el que no hay reglas. En el que las listas nunca llegan. En el que los libros tampoco. (Porque vivir es jugar y yo quiero seguir jugando.)
Ten cuidado o llegaremos tarde.

lunes, 14 de julio de 2014

De haberlo sabido

Una escalera endeble que llega a un infierno al que nos da miedo asomarnos. Ventanillas de coche que bajan de manera misteriosa, canciones que ya son recuerdos, las olas ausentes más grandes del mundo. El mar. Volver a compartir palabras, música, almohada y ascensor. Manos llenas de espuma, bocas llenas de besos, cuerpos llenos de ganas. Quizás, quizás, quizás no estoy perdiendo el tiempo.
Tés que fueron medicinas, el olor de esa vela en el salón, susurros sobre nada en la cocina. Camisetas que no cumplen su misión, edredones que taparon risas, cosquillas secretas que me arrepiento de no haber buscado.
A esto me refería con ese trozo de canción. 

lunes, 23 de junio de 2014

Con las ganas

Pasear de noche por sitios públicos que se vuelven privados en el silencio. Con más cervezas que sentido común en la cabeza, con alguna intención aún sin identificar. Algunos pensamientos de esos que no te atreves a decir en voz alta porque sería reconocerlos, algunos miedos. Siete días.
Ocho.

miércoles, 18 de junio de 2014

Así fue

Y de repente hay globos en el cielo, tú los ves antes que yo, y me avisas, y pienso en UP! y saco una foto, pero ya es tarde porque los globos van muy rápido. Y tú que has sido muy listo no has apartado la mirada y los has visto irse mientras yo rebuscaba en mi bolso y me lo perdía todo.
Atardecemos charlando con cara de locos, después de otras caras más bonitas y también más feas. Después de nadar hasta otro país que está al fondo a la izquierda. Antes de saltar al vacío, después de excavar recuerdos. Un camino de Delibes, unos renglones de Luca de Tena, unas venas abiertas de Galeano. Mil películas, cienmil canciones, algunas recetas, muchos secretos. Todos los besos. Los cabos y los palos, las palabras que no entendimos, los cactus, las copas de vino, los ojos de cobra (y los de Jon Kortajarena). Pastillas para dormir, zumos y cafés para despertar. Querer parar el tiempo.

jueves, 5 de junio de 2014

Aquellas pequeñas cosas

Me gusta dormir boca abajo y mirando la pared, que en mi habitación queda a mi izquierda. Me gusta tener la persiana lo suficientemente bajada como para que la luz que entre sea tenue pero el aire fresco constante. Me gusta tener muchos libros pendientes en la mesilla porque, aunque últimamente casi no leo, me gusta pensar que estoy a punto de volver a hacerlo. Me gusta despertarme con el tiempo suficiente para poder ir a mi ritmo. Me gusta desayunar sola y vestirme escuchando música. Me gusta quedarme en la cama cinco minutos y leer los whatsapps de quienes madrugan más que yo.
Me gusta llegar a casa y que mis perros corran a saludarme. Me gusta llegar a casa, a secas. Me gusta cocinar cuando no tengo que hacerlo y me gusta cenar con mi familia. Me gustan las sobremesas en las que siempre nos reímos y me gusta pensar que somos especiales por terminar siempre a carcajadas. Me gusta mi familia, que no es normal pero es preciosa.
Me gusta sentir tanto como siento. Me gusta dejarme llevar, me gusta no tener miedo a sentir, me gusta jugar aunque a veces sepa que al final va a doler. Me gustan mis amigos. Me gusta la sensación de admiración que me hacen sentir cuando veo cómo hemos crecido y que cada uno, a su manera, está buscando, construyendo o imaginando su propio camino. Me gusta sentir lo diferentes que somos y lo igual que nos queremos.
Me gusta que el sol me deslumbre cuando salgo a la calle, me gusta el sol, me gusta la calle. Me gusta caminar pensando en mis cosas, mirando a todos lados y sin fijarme en nada. Me gusta cantar siempre, o casi. Me gusta ir al cine. Me gustan los domingos de sofá, peli y manta. Me gusta la cerveza y, cada vez más, el vino.
Me gusta el mar, mucho. Me gusta el olor a mar, me gusta el sabor a mar que se queda en la boca después de un baño, me gusta el sonido sordo que se escucha cuando tienes la cabeza sumergida.
Me gusta lo mucho que me gusta lo que me gusta, me gusta ser exagerada. Me gusta.

O*

martes, 3 de junio de 2014

Cuando fuimos los mejores

Recuerdo ser pequeña. Recuerdo algunas cosas de la guardería, clases, sillas, canciones. Recuerdo a varias personas y recuerdo momentos concretos.
No tan pequeña ya, recuerdo las navidades en familia, a mis primos hermanos, que fueron antes hermanos que primos. Recuerdo nudos en la garganta por echar de menos a mi padre y recuerdo mi pared forrada de papel rosa con paraguas de colores.
Recuerdo jugar a "quien vea primero el faro gana" y recuerdo inventarme nuevas especies de animales para que vivieran en mi granja. Recuerdo contar algunas mentiras tan surrealistas que me estoy riendo mientras escribo.
Recuerdo jugar al elástico y a la comba, a las palmas, a pi. Recuerdo la felicidad que sentí la primera vez que me salió hacer un lazo y recuerdo la falda azul marino con lazada que llevaba el día que lo conseguí. Recuerdo ir en coche cantando veneno en la piel y navegar en el "Clementina" a ritmo de pimpón era un muñeco.
Recuerdo olores y algunos juguetes que, poco a poco, fueron desapareciendo de mi vida. Creo que recuerdo todas mis habitaciones pero no soy capaz de recordar con exactitud todas las casas en las que he vivido. Recuerdo muchos colegios, muchos compañeros. Recuerdo profesores que sabían enseñar, recuerdo algunas de las cosas que aprendí.

sábado, 24 de mayo de 2014

Amiga mía

Sonríe, que todo pasa.
Llora todo lo que tengas que llorar, purga con lágrimas lo que te encoge el alma, y termina.
Elige una fecha para dejar de sufrir, pon un día para perdonarte.
Siéntate contigo misma y sé tan dura y tan estricta como serías con una amiga que te ha fallado, pero sé también tan buena y comprensiva como serías con ella, perdonando sus errores, llegando hasta a entenderlos. Ponte en su lugar, que es el tuyo.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Baile de ilusiones

Cuando ya sabes que querer no es suficiente, cuando la partida terminó y sigues sentada delante de un tablero lleno de fichas que no hacen más que certificar el final, necesitas una llamada de atención que te haga apartar la vista de lo que ya no tiene sentido.
Y te levantas, y te vas. Y hay momentos en los que aún repasas jugadas, puede que hasta lamentando tal o cual movimiento pensando que si no lo hubieras hecho de esa manera quizás el juego habría terminado diferente, o quién sabe si durado más... pero la realidad es que ya no estás ahí y que poco a poco los movimientos de uno y otro lado se vuelven confusos. Y también difusos.

Y de pronto ha pasado un mes y esta es otra historia, de la que te gustaría no saber los tiempos, de la que preferirías no saber nada. Porque no es realista pero sí una puerta, una ventana, una mirilla o una cerradura a la realidad. Y te hacía falta, aunque te asuste.

Y ahí estás, pensando en esquimales.

domingo, 9 de marzo de 2014

Cantares

Cerramos paréntesis.
Han terminado los anuncios, la publicidad de lo que pudo ser y no fue, y retomamos la película.

Casi seis años después los cambios son más que evidentes pero todos los personajes siguen en escena.
Las caras nuevas son las menos y hay miradas que, aunque casi ni se atreven a cruzarse, nunca cambiaron.
Alguien tiene la mirada más triste que el corazón y algún corazón está lleno de rasguños. Pero todos laten.
Y las mismas bocas con las mismas voces se esfuerzan en buscar nuevas palabras para poder explicar distintas sensaciones. Sin olvidar quienes son.


lunes, 3 de febrero de 2014

viernes, 31 de enero de 2014

lunes, 27 de enero de 2014

Cuando te conocí

Cuando pienso en ti te pienso riendo. Riendo con la cabeza agachada y tapándote la boca con las manos. Con las uñas cortas y el esmalte oscuro descascarillado. Te puedo recordar sin flequillo, retales del principio, y aunque hayas tenido el pelo de diferentes largos (alguno corrió de mi cuenta) en mi mente tu pelo oscuro con reflejos oxidados es largo, y tu flequillo ha superado la fase pro-etarra.
Te veo en la fiesta del día 23, la FIESTA, caminando en calcetines en busca de unas anginas navideñas y la voz gangosa más graciosa del mundo. Recuerdo e-mails hablando de algún personaje de X-Men de cuyo nombre no puedo acordarme, No puedo. No quiero. Recuerdo una nota que decía " Yo Poseidón, Dios del tiempo...".  Recuerdo meterte en algún aprieto con un profesor un tanto extraño, e intentar meterte debajo de la cama de Isa huyendo de nadie. Recuerdo un eterno viaje en tren a Barcelona y recuerdo "una mosca valenciana". Recuerdo dormir Ana, tú y yo en dos camas y que te tocase en medio a pesar de tus quejas. Recuerdo regalarte la Etiqueta Negra de Rot en un momento difícil. Recuerdo echarte de menos.

Eres una de las sorpresas de mi vida. Por buena, por lista, por genial y por la seguridad que has conseguido tú sola a pesar de los pesares.
Eres un ejemplo.
Eres una lección.
Vuelve ya.
Te quiero.
O*



martes, 7 de enero de 2014

Qué alegría más tonta

Todo el mundo te avisa de lo malo y de lo bueno de la vida, de tu vida. Porque aunque somos muchos, somos iguales. Porque igual que dicen que las crisis económicas son cíclicas, deberían decirnos que las vidas están guiadas por patrones, y que no hay tanta variedad como para que todos vivamos maravillosas, penosas, divertidas o lucrativas experiencias únicas.

Y como todos mis amigos, venidos a pitonisos semiprofesionales predijeron, ya no estoy tan mal. Ya no estoy mal. Ya estoy bien. No tanto, ni tan poco. Ni tampoco. Y vuelves a dormir y piensas en cosas distintas, gentes distintas, tintas distintas. Y vuelves a leer. Y sigues cantando, porque nunca dejaste de cantar.
Y vuelves a pensar en ti.
En mí.