viernes, 19 de septiembre de 2014

Nostalgias

Verte tan capaz como fuera. Tan repleto de ganas y tan distante que al final en vez de abrirte y desparramar todo lo que tienes ganas, apagas la luz y  cierras alguna puerta.
Sigo ardiendo, ardiendo en llamas, lejos aún de las cenizas. Sigo leyendo verdades dramáticas, sigo viviendo alegrías reales. Recuerdo cuando todo era al revés y la vida era un drama. El problema de esto último es ahora la nostalgia.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Piensa en frío

En frío tan frío que queme, que te confunda, que te haga dudar tanto que ya no puedas dudar más. Que duela.
Cuántas vueltas di para llegar al mismo sitio. Tantas que dejé de contar. Tantas que aprendí a girar con los ojos cerrados. Tantas que perdí la voz, la cabeza, el tiempo y el sentido.
Es todo tan distinto y parece tan igual que tomar una vez tras otra la misma decisión es ya una rutina que carece de emotividad. Que no duele, que se asume, que se espera.
He pensado mucho. En frío y en caliente, desde la más profunda tristeza y también desde la felicidad plena, y la conclusión siempre es la misma.

Lo que ayer terminó se cierra hoy aquí.

Y.

martes, 16 de septiembre de 2014

Palabras más

Acabo de leer esto:

"Eres de quien te acuerdas cuando tienes miedo"

y he buscado y he leído otras verdades. Aún peores.

Ahora ya lo sabes, lo sabemos, porque sólo te llevo de ventaja el tiempo que tardes en leer lo que ahora mismo escribo.
A pesar de hablar sin fin, de hablarte (cuando me lees y cuando no), hay un todo escondido en el silencio que cada vez es más grande. Con suerte es sólo aire, con suerte es un globo de los que vuelan hasta el infinito y más allá y tienen la elegancia de explotar cuando tú ya no los ves, permitiendo así imaginar que lo que se nos escapó está visitando la luna, y puede que vuelva.

O no.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Toque de queda

A estas alturas ya sabrás que todo son canciones, siempre lo fueron.
Sabrás también que me gusta más recordar momentos que personas, que prefiero un olor a una imagen, excepto si hablamos del mar.
Sabrás, sabes, que a veces te hablo a ti, pero que muchas otras no. Y sé que si lo intentas puedes distinguirlas.
Hay treguas que empiezan con pulcras banderas blancas, treguas de paz, en paz. Hay treguas que empiezan sin bandera, a golpe de teclado y como una obligación impuesta entre dos bandos. Y luego está la nuestra, impuesta por nosotros supuestamente entre nosotros y que no es más que un autobloqueo disfrazado de paz mundial. La obligación al autocontrol, La norma.

Todavía soy tu amigo, pero te deseo el bien.