Remover sin más intención que la de dar vueltas a lo mismo. Sobre ti mismo. Como la inercia con la que se remueve un café con azúcar ya disuelto. O solo.
No avanzamos si nos quedamos distraídos en los pasos que damos hacia atrás para coger impulso. La ola constante que vino después del pez sigue en el mismo sitio de siempre, esperando entre lunáticos en las curvas de esta carretera.
Todo.
Imagínanos***
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